En el mundo del maquillaje, siempre estamos en busca de métodos que nos ayuden a lograr una apariencia radiante y natural. Una de estas técnicas revolucionarias es el uso de hilos tensores en el maquillaje y  los cuales han emergido como un secreto mejor guardado en el mundo de la belleza, pero ¿Qué son?

Su objetivo es  evitar arrugas y dar luz al rostro, generando un efecto anti edad. Los efectos son muy similares al del lifting pero sin tener que pasar por quirófano, además de ser algo más natural proporcionando un aspecto joven y definido a la piel.

En  la década de los años 60’ se popularizó cuando fueron aplicados para la corrección del surco Nasogeniano, mediante la implantación de un hilo de nylon y para la corrección de arrugas  faciales.  En la actualidad se han mejorado las técnicas de aplicación, los componentes y las características de los hilos, siendo ahora una de las más demandadas para el tratamiento del rejuvenecimiento facial sin cirugía.

Existen dos tipos de hilos tensores: los de plástico y los de tela; Los hilos de plástico suelen ser más rígidos mientras que los de tela son más flexibles; Ambos están formados por parches especiales.  Estos stickers se sitúan en determinados puntos de la piel, dependiendo de cuáles sean las necesidades de cada persona. Además se adhieren a la piel con un pegamento especial llamado Mastik Spirit.

La clave para una aplicación exitosa es la forma de ponerlos. Aquí tienes algunos pasos a seguir para lograr un efecto de levantamiento natural y sin esfuerzo:

Lo primero que tendremos que hacer es elegir en qué zonas queremos poner los hilos tensores para saber la posición en la que debemos de pegarlos y evitar un resultado demasiado artificial. Los lugares más comunes son el cuello, las sienes o debajo de los pómulos. 

Una vez elegida el área, procederemos a una limpieza facial para dejar el rostro sin un residuo de suciedad o grasa que pueda impedir que el adhesivo se pegue perfectamente.

Antes de colocarlos asegúrate de recoger el cabello para que posteriormente sujetes los hilos  debajo de él y posteriormente sueltes situandolo por encima de los tensores. Una vez colocados pasaremos a disimularlos al máximo  con el maquillaje, asegurándonos de difuminar cuidadosamente cualquier línea o marca. Usa productos ligeros y fluidos para evitar que se acumulen sobre los hilos.

Finalmente sella el maquillaje con un spray fijador para garantizar que todo permanezca en su lugar durante horas.

Este proceso es totalmente indoloro y es recomendado para ocasiones especiales en la que queremos mostrar nuestra mejor cara. Otra de sus características es que son temporales. Depende del producto elegido, pero es recomendable usarlos un máximo de ocho horas. Si se mantienen más tiempo, podemos notar molestias o irritación en la piel.

Y así  con la técnica adecuada, puedes lograr un efecto de levantamiento natural y duradero sin que nadie note tu pequeño truco. ¡Así que adelante, experimenta y deja que tu belleza brille como nunca antes!